martes, 24 de septiembre de 2013

Dra Angela Merkel, su triunfo en Alemania

Este blog se ha centrado en comentar cuestiones de Derecho internacional. Sin embargo, una breve referencia al triunfo de la Dra. Angela Merkel en Alemania resulta necesario.

La Dra. Merkel, cuyo grado académico proviene de sus estudios de doctorado, no es médico, se ha situado entre las estadistas que han desarrollado una alta empatía con la defensa de los intereses de la clase media alemana y la reacción contra los problemas generados por la crisis de 2008.

Es cierto que han habido grandes crisis el 2008 pero en la libertad de este blog podemos afirmar que la misma al parecer fue la más grave de todas desde la de 1931.

La Dra. Merkel junto a su Ministro de Finanzas del partido socialdemócrata alemán hicieron esfuerzos sobrehumanos para evitar que se produjera "fuga de capitales". Exigieron a cada banco que solicitó ayuda que se incluyera un director que provenía del Estado en el directorio de las empresas, de otra forma, no habría dinero.

Así también exigió disciplina fiscal a otros países como es el caso de Grecia.

Sin duda cuestiones que marcaron negativamente fueron los casos conocidos de problemas académicos de sus ministros, dos a lo menos, pero la Canciller entendió que lo principal era proteger a ese núcleo de personas que trabaja con esfuerzo en pequeñas y medianas empresas, a los empleados y a los profesionales que con su esfuerzo generalmente emplean al 60 o 70 por ciento de la población de un país más que encantarse con empresas que arriesgan más allá de lo tolerable pudiendo provocar el descalabro de una economía, el surgimiento del caudillismo y la destrucción del entramado social de protección a las personas, como le ocurriera a Alemania.

Esto no dice relación con su calidad de mujer sino de estadista, entender que el avance social de una nación se plantea en la medida en que se protegen las garantías alcanzadas como también la posibilidad de mejores y mayores salarios para toda la clase media, antigua y nueva.

lunes, 20 de mayo de 2013

Belgica v Senegal o la obligación de extraditar o juzgar

La Corte Internacional de Justicia ha dictado una interesante sentencia sobre la disyuntiva entre procesar a un sujeto que  se acusa de haber cometido delitos internacionales en su carácter de contrarios a la humanidad o de extraditarlo.

Este concepto o procesas o extraditas tiene su fundamento en la necesidad de persecución penal de aquellos a quienes se les acusa de ciertos delitos como genocidio. Así también aunque con ciertos matices, la piratería.

En el caso en cuestión Senegal no proceso a un sujeto contra el cual se sostenía había cometido delito y por consiguiente, pedía Bélgica, o que fuere extraditado o procesado.

Dos cuestiones resultan interesantes en el fallo, entre otras, el que el fallo tiene una connotación procedimental al determinarse quién detenta la jurisdicción y de otra parte los problemas relacionados a las pruebas para fundamentar la decisión del tribunal internacional a fin de aplicar la normativa que corresponde.
Otra cuestión no menos relevante es el tipo de delitos que se persiguen.

Finalmente la manera o forma de razonar del tribunal frente a la posible negativa del Estado donde se encuentra el acusado.

Quizás lo más relevante aun y que se ha desarrollado desde el caso "Canal de Corfú" es la responsabilidad por omisión del Estado en este caso omisión de extraditar y de otra de juzgar. Esto se relaciona con los Proyecto de Artículos sobre Responsabilidad Internacional de la Comisión Derecho internacional de Naciones Unidas. Es delito internacional toda omisión y este fallo aplica este concepto.

jueves, 14 de febrero de 2013

Ronald Dworkin ha muerto


Ronald Dworkin (1931-2013)

El profesor Ronald Dworkin ha muerto a los 81 años  y junto con él toda una generación con las excepciones de los doctores Finnis y Raz, van desapareciendo.

El profesor Dworkin nació en Estados Unidos de Norteamérica, hizo sus estudios de Derecho en la Universidad de Harvard y en la de Oxford obteniendo el equivalente a la licenciatura en la primera de las mencionadas y se desarrolló ampliamente en teoría y filosofía del Derecho así como en Derecho constitucional.

En 1992 visitó Chile, las universidades de Valparaíso, Diego Portales y Chile. Sus obras más famosa, de entre varias que fueron traducidas al castellano, es “Taking the rights seriously” (traducida como “Los Derechos en serio”) y “Law´s Empire” (traducida como “Imperio del Derecho). Otras de sus obras fueron ampliamente discutidas aunque quizás lo más interesante es su larga y fructífera discusión con el gran jurista británico, y quizás el más grande jurista de habla inglesa, Herbert Lionel Adolphus Hart. Éste propuso finalmente a Dworkin para ser sucesor en la cátedra de “Jurisprudence” (Teoría del Derecho) en la Universidad de Oxford y ya lo era en la de Nueva York y lo fue en la de Yale.

Buen amigo del filósofo John Rawls su literatura, amplísima en cuanto a calidad y profundidad, sin embargo tenía aspectos de gran limitación por cuanto no podía encontrar un punto específico donde poder fundar su teoría del derecho, si la poseía, sino que parecía más un estudioso del razonamiento jurídico aunque limitado por la amplitud de elementos incluidos en su análisis.

Un entusiasta de la aplicación del Derecho y del gobierno del Derecho a los hombres es una inspiración para quienes creen en el denominado Estado de Derecho.

Una pérdida muy grande para la teoría del Derecho fundamento de otras disciplinas jurídicas aunque tanto en la Universidad de Londrés como en la de Nueva York, no era profesor en Oxford dejando su cátedra a otro discípulo de Hart, tendrá seguidores quienes podrán continuar con su trabajo. 

domingo, 27 de enero de 2013

¿Qué queda de una cumbre presidencial?


¿Qué queda de una “cumbre presidencial”?
Esta es una pregunta recurrente entre quienes desarrollan la actividad de investigar o reportear estas “cumbres”. El desarrollo de las relaciones entre Estados como entre las personas, los individuos, dice relación con la comunicación, o sea, el que existan instancias donde se pueda expresar ideas y conversar más allá de lo que parece mediáticamente relevante, la posibilidad de discutir y expresar los intereses que se puedan tener entre los Estados.


Las cumbres presidenciales entre presidentes de una o varias regiones, entre ministros, entre dignatarios o entre académicos, en principio, permiten aprender de otros y conocer de primera fuente algunos de los problemas enfrentados por países o Estados de diferente categoría o diferente forma, capacidad económica superior o inferior al nuestro, desarrollo histórico diferente al propio y, aun, desarrollo jurídico diferente.
Así pueden también auxiliar a entender más aun los procesos de integración nacional o regional, creyendo realmente en dichos procesos.
Dado que estamos frente a la desarrollada Europa podemos observar un hecho histórico. En la década de 1950 se pone la primera piedra de lo que hoy es la Unión Europea. Millones de muertos, hambre, persecución, genocidio eran el resultado de un segundo conflicto mundial en menos de treinta años. La respuesta, un tratado internacional entre dos antiguos enemigos, Francia y Alemania que firman junto a Bélgica, Holanda y Luxemburgo un acuerdo internacional que viene a convertirse hoy día en una Unión de Estados, con políticas públicas comunes, un parlamento, un tribunal de derechos humanos y un tribunal que desarrolla el Derecho de la Unión, la posibilidad de coordinar el desarrollo de una región completa que hasta hace sesenta años se “mostraban los dientes” y no sólo ello sino que padecieron dos grandes guerras denominadas mundiales así como una serie de otras guerras locales de carácter civil. Integraron a países que se enfrentaron a esfuerzos mancomunados a fin de integrarse a una comunidad de Estados, han desarrollado una clase media con grandes adelantos y así podríamos seguir. Baste con mencionar que el Producto Interno Bruto de la Unión Europea, su desarrollo intelectual, particularmente el italiano, el alemán, el francés y el español, han sido de gran ayuda para países como el nuestro donde o nos compran productos o servicios o hemos ido a estudiar sus formas de enseñanza y aprendizaje, su manera de investigar y desarrollar investigación, et cetera. Lo anterior parece poco pero se ha desarrollado gracias a gestos de apoyo internacional por dichos países a nuestros estudiosos, por los permisos y preferencias a nuestras mercancías, por el apoyo a las luchas emancipadoras intelectualmente hablando y económicamente hablando y así podríamos enumerar una larga cantidad de otras ventajas del intercambio.
Las posibilidades desde el punto de vista de las comunicaciones nos permiten ahora reunirnos en Santiago de Chile, los aviones nos permiten acercarnos cada día más a otros lugares o ver por televisión o conocer a través de las radios o estudiar por medio de lo aparecido en periódicos lo que ocurre en el caso de la presencia de una cantidad importante de países y cómo hoy día esos países enfrentan problemas nacionales recurriendo a otros países, menos desarrollados pero con un potencial económico inmenso y una capacidad intelectual no despreciable. ¿Es que acaso no nos vanagloriamos de poder comunicarnos con cualquier parte del mundo instantáneamente? El caso de las Torres Gemelas en el 2000 o el del ataque a la Escuela norteamericana de Newtown nos causan perplejidad y rechazo. Nos preocupamos de problemas internacionales y somos parte de una “comunidad global”. Antes no la sentíamos tanto o la apreciábamos de manera diferente. Hoy debemos lidiar con esa relación y tenemos que enfrentarla de manera adecuada obteniendo, sin que se nos plantee como “lugar común”, lo mejor de las mismas y dejando de lado lo peor de la misma.

Los resultados
Si no fuere suficiente con lo indicado aquí acerca de los beneficios de una “Cumbre Presidencial” resulta fundamental considerar los beneficios económicos a mediano y largo plazo. Los beneficios sociales y los educacionales, del mismo modo, son resultado de este tipo de actividades internacionales.
Podemos contar con dos acuerdos relevantes, a saber, el de Chile con Alemania y el de Chile con Brasil. Podemos entender mejor las dificultades de España, una de las relaciones históricas, políticas y económicas más relevantes de nuestro país. Es más, se muestra el reconocimiento a las necesidades básicas del desarrollo, al rechazo a las drogas, a las medidas coercitivas unilaterales que tienen efecto en países de menor desarrollo cuando se establecen requisitos a las importaciones muy difíciles de cumplir o cuando se impide directamente las importaciones terceros países.
Además de los acuerdos comentados se han desarrollado conversaciones multilaterales, las que se desarrollaron sábado, domingo y lunes, declaraciones unilaterales (como la del Presidente Morales declarando su apoyo a Argentina por la reivindicación de las Islas Malvinas), o bilaterales (como las de los Presidentes Castro y Piñera), por nombrar a las aparecidas en la prensa. En fin, es posible señalar un diálogo entre los presidentes y sus delegaciones como algunos de los elementos relevantes en el desarrollo de esta cumbre.
No obstante no es el único diálogo a desarrollarse. Hay en cada discurso un nuevo diálogo aunque atenuado, es decir, un expositor y aquellos que escuchan.  Así modificar nuestro consumo, salir de la pobreza, generar una clase media real sobre la base del conocimiento y no de la tenencia es un gran logro para cada país, un desarrollo y no crecimiento, objeto de las pretensiones comunes de los Estados.

Las otras “Cumbres”
La palabra “cumbre” se ha utilizado en esto últimos días con cierta profusión. La razón se encuentra en la necesidad de lograr encuentros y diálogos entre quienes poseen intereses comunes y para alcanzar los mismos nada mejor que usar esta palabra con el objeto de significar reuniones a fin de alcanzar satisfacer dichos derechos. Requiere efectúa una serie de cambios en nuestra manera de conducirnos, en nuestros objetivos como sociedad y en los grupos sociales que componen la misma. ¿Es suficiente, para salir de la pobreza, la mera ayuda del Estado o las grandes empresas nacionales? Siempre se indica que lo anterior es errado. Basta con recordar lo que ocurre con Alemania, una gran cantidad de minis pequeñas y medianas empresas que desarrollan sus actividades a nivel nacional, internacional, global y usan todos los medios de comunicación posible. ¿Es posible copiar el desarrollo económico de otros países? No sólo no es posible sino contraproducente pero podemos aprender de ellos, buscar la manera o forma de lograr que nosotros tengamos éxito en nuestras actividades económicas y comerciales observando cómo otros hacen las cosas al mismo nivel nuestro. Años atrás recuerdo una clase de un ingeniero chileno. Trajeron a un profesor norteamericano de la Universidad de Boston y a otro alemán de la Universidad Libre de Berlín para entrenar a trabajadores pesqueros. La matemática ni la física eran los “fuertes” de los trabajadores pesqueros pero si el entendimiento y los profesores lo que hicieron fue enseñarles a usar las redes minimizando la pérdida de pescado al recogerlas así como la destrucción misma de las redes y protegiendo el medio ambiente. Con un traje de agua, similar al que se pude ver en las películas sobre pescadores, los dos profesores mostraban luego de ponerse los guantes, las técnicas para recoger las redes y eso fue suficiente para que los trabajadores pesqueros chilenos copiaran lo anterior y lograran ir mejorando su propia técnica. Finalmente la perfeccionaron a un nivel que podían enseñarla a otros que recién comenzaban en el trabajo. Lo mismo lo he sabido en Ambrosoli, una empresa que solicitaba a sus trabajadores emplearan su imaginación para mejorar proceso productivos y del mismo modo en el caso de los trabajadores en otra empresa, Enami-Ventanas quienes mejoraron plantas traídas de Alemania para el procesamiento del cobre llevando la producción de ochenta a ciento veinte por ciento de mejoría, ni los mismos alemanes podían creerlo. Ejemplos hay y a eso se aspira, cómo mejorar resultados a través de la mejora de procesos. Eso no es menor, auxilia al desarrollo de un país.