¿Qué queda de una “cumbre presidencial”?
Esta es una pregunta recurrente entre quienes desarrollan la actividad
de investigar o reportear estas “cumbres”. El desarrollo de las relaciones
entre Estados como entre las personas, los individuos, dice relación con la
comunicación, o sea, el que existan instancias donde se pueda expresar ideas y
conversar más allá de lo que parece mediáticamente relevante, la posibilidad de
discutir y expresar los intereses que se puedan tener entre los Estados.
Las cumbres presidenciales entre presidentes de
una o varias regiones, entre ministros, entre dignatarios o entre académicos,
en principio, permiten aprender de otros y conocer de primera fuente algunos de
los problemas enfrentados por países o Estados de diferente categoría o
diferente forma, capacidad económica superior o inferior al nuestro, desarrollo
histórico diferente al propio y, aun, desarrollo jurídico diferente.
Así pueden también auxiliar a entender más aun
los procesos de integración nacional o regional, creyendo realmente en dichos
procesos.
Dado que estamos frente a la desarrollada
Europa podemos observar un hecho histórico. En la década de 1950 se pone la
primera piedra de lo que hoy es la Unión Europea. Millones de muertos, hambre,
persecución, genocidio eran el resultado de un segundo conflicto mundial en
menos de treinta años. La respuesta, un tratado internacional entre dos
antiguos enemigos, Francia y Alemania que firman junto a Bélgica, Holanda y
Luxemburgo un acuerdo internacional que viene a convertirse hoy día en una
Unión de Estados, con políticas públicas comunes, un parlamento, un tribunal de
derechos humanos y un tribunal que desarrolla el Derecho de la Unión, la
posibilidad de coordinar el desarrollo de una región completa que hasta hace
sesenta años se “mostraban los dientes” y no sólo ello sino que padecieron dos
grandes guerras denominadas mundiales así como una serie de otras guerras
locales de carácter civil. Integraron a países que se enfrentaron a esfuerzos
mancomunados a fin de integrarse a una comunidad de Estados, han desarrollado
una clase media con grandes adelantos y así podríamos seguir. Baste con
mencionar que el Producto Interno Bruto de la Unión Europea, su desarrollo
intelectual, particularmente el italiano, el alemán, el francés y el español,
han sido de gran ayuda para países como el nuestro donde o nos compran productos
o servicios o hemos ido a estudiar sus formas de enseñanza y aprendizaje, su
manera de investigar y desarrollar investigación, et cetera. Lo anterior parece
poco pero se ha desarrollado gracias a gestos de apoyo internacional por dichos
países a nuestros estudiosos, por los permisos y preferencias a nuestras
mercancías, por el apoyo a las luchas emancipadoras intelectualmente hablando y
económicamente hablando y así podríamos enumerar una larga cantidad de otras
ventajas del intercambio.
Las posibilidades desde el punto de vista de
las comunicaciones nos permiten ahora reunirnos en Santiago de Chile, los
aviones nos permiten acercarnos cada día más a otros lugares o ver por
televisión o conocer a través de las radios o estudiar por medio de lo
aparecido en periódicos lo que ocurre en el caso de la presencia de una
cantidad importante de países y cómo hoy día esos países enfrentan problemas
nacionales recurriendo a otros países, menos desarrollados pero con un
potencial económico inmenso y una capacidad intelectual no despreciable. ¿Es
que acaso no nos vanagloriamos de poder comunicarnos con cualquier parte del
mundo instantáneamente? El caso de las Torres Gemelas en el 2000 o el del
ataque a la Escuela norteamericana de Newtown nos causan perplejidad y rechazo.
Nos preocupamos de problemas internacionales y somos parte de una “comunidad
global”. Antes no la sentíamos tanto o la apreciábamos de manera diferente. Hoy
debemos lidiar con esa relación y tenemos que enfrentarla de manera adecuada
obteniendo, sin que se nos plantee como “lugar común”, lo mejor de las mismas y
dejando de lado lo peor de la misma.
Los resultados
Si no fuere suficiente con lo indicado aquí
acerca de los beneficios de una “Cumbre Presidencial” resulta fundamental
considerar los beneficios económicos a mediano y largo plazo. Los beneficios
sociales y los educacionales, del mismo modo, son resultado de este tipo de
actividades internacionales.
Podemos contar con dos acuerdos relevantes, a
saber, el de Chile con Alemania y el de Chile con Brasil. Podemos entender
mejor las dificultades de España, una de las relaciones históricas, políticas y
económicas más relevantes de nuestro país. Es más, se muestra el reconocimiento
a las necesidades básicas del desarrollo, al rechazo a las drogas, a las
medidas coercitivas unilaterales que tienen efecto en países de menor
desarrollo cuando se establecen requisitos a las importaciones muy difíciles de
cumplir o cuando se impide directamente las importaciones terceros países.
Además de los acuerdos comentados se han
desarrollado conversaciones multilaterales, las que se desarrollaron sábado,
domingo y lunes, declaraciones unilaterales (como la del Presidente Morales
declarando su apoyo a Argentina por la reivindicación de las Islas Malvinas), o
bilaterales (como las de los Presidentes Castro y Piñera), por nombrar a las
aparecidas en la prensa. En fin, es posible señalar un diálogo entre los
presidentes y sus delegaciones como algunos de los elementos relevantes en el
desarrollo de esta cumbre.
No obstante no es el único diálogo a
desarrollarse. Hay en cada discurso un nuevo diálogo aunque atenuado, es decir,
un expositor y aquellos que escuchan. Así
modificar nuestro consumo, salir de la pobreza, generar una clase media real
sobre la base del conocimiento y no de la tenencia es un gran logro para cada
país, un desarrollo y no crecimiento, objeto de las pretensiones comunes de los
Estados.
Las otras “Cumbres”
La palabra “cumbre” se ha utilizado en esto últimos
días con cierta profusión. La razón se encuentra en la necesidad de lograr
encuentros y diálogos entre quienes poseen intereses comunes y para alcanzar
los mismos nada mejor que usar esta palabra con el objeto de significar
reuniones a fin de alcanzar satisfacer dichos derechos. Requiere efectúa una
serie de cambios en nuestra manera de conducirnos, en nuestros objetivos como
sociedad y en los grupos sociales que componen la misma. ¿Es suficiente, para
salir de la pobreza, la mera ayuda del Estado o las grandes empresas
nacionales? Siempre se indica que lo anterior es errado. Basta con recordar lo
que ocurre con Alemania, una gran cantidad de minis pequeñas y medianas
empresas que desarrollan sus actividades a nivel nacional, internacional,
global y usan todos los medios de comunicación posible. ¿Es posible copiar el
desarrollo económico de otros países? No sólo no es posible sino
contraproducente pero podemos aprender de ellos, buscar la manera o forma de
lograr que nosotros tengamos éxito en nuestras actividades económicas y
comerciales observando cómo otros hacen las cosas al mismo nivel nuestro. Años
atrás recuerdo una clase de un ingeniero chileno. Trajeron a un profesor
norteamericano de la Universidad de Boston y a otro alemán de la Universidad
Libre de Berlín para entrenar a trabajadores pesqueros. La matemática ni la
física eran los “fuertes” de los trabajadores pesqueros pero si el
entendimiento y los profesores lo que hicieron fue enseñarles a usar las redes
minimizando la pérdida de pescado al recogerlas así como la destrucción misma
de las redes y protegiendo el medio ambiente. Con un traje de agua, similar al
que se pude ver en las películas sobre pescadores, los dos profesores mostraban
luego de ponerse los guantes, las técnicas para recoger las redes y eso fue
suficiente para que los trabajadores pesqueros chilenos copiaran lo anterior y
lograran ir mejorando su propia técnica. Finalmente la perfeccionaron a un
nivel que podían enseñarla a otros que recién comenzaban en el trabajo. Lo
mismo lo he sabido en Ambrosoli, una empresa que solicitaba a sus trabajadores
emplearan su imaginación para mejorar proceso productivos y del mismo modo en
el caso de los trabajadores en otra empresa, Enami-Ventanas quienes mejoraron
plantas traídas de Alemania para el procesamiento del cobre llevando la
producción de ochenta a ciento veinte por ciento de mejoría, ni los mismos
alemanes podían creerlo. Ejemplos hay y a eso se aspira, cómo mejorar resultados
a través de la mejora de procesos. Eso no es menor, auxilia al desarrollo de un
país.